Me llamo Toñi Barsotti Montesino, tengo 62 años, casada, con hijos, nietos y ejerzo como profesora de meditación a tiempo completo en esta escuela , La Sociedad Española de Meditación y Fundación IFSU, en Mairena del Aljarafe (Sevilla).
Mis cursos están personalizados, teniendo horarios flexibles de mañanas y tardes ,adaptándome a las circunstancias de quien necesite hacerlo.
Es mi pasión- vocación el poder ayudar a través de estas técnicas de meditación y mindfulness a que el alumno pueda encontrar su camino espiritual y fuerza interior para resolver las dificultades que se le presenten en el día a día , y en el caso de no poder resolverlos, llegar a la aceptación desde la paz interior.
Mis comienzos en este camino empezaron hace unos treinta y tantos años, y estoy agradecida a Dios y a la vida por este maravilloso regalo.
Estaba pasando por unos momentos personales muy difíciles que me llevaron a tocar fondo, con psiquiatra y tratamientos incluidos. Mi paz interior la había perdido y no veía salida a este sufrimiento.
Tuve la gran suerte de conocer a un sacerdote Jesuita, Rafael Navarrete, quien me ayudo muchísimo, introduciéndome a la meditación, este camino desconocido para mi, haciéndome consciente de que el dolor es real pero el sufrimiento nos lo creamos nosotros con la interpretación subjetiva de la realidad a través de nuestros pensamientos y patrones mentales . A partir de ahí y de mi propio trabajo, empecé a dejar atrás mi infierno interior y encontrarme a mi misma , en la paz, aceptación y fuerza interior.
En este largo camino de búsqueda interior , hace unos 10 años comencé a practicar las técnicas de meditación de esta escuela, que no pertenece a ninguna religión, siendo un camino espiritual, creada por Gururaj Ananda Yogui , que me encantaron por lo fáciles que son integrarlas en nuestra vida cotidiana y los beneficios que se obtienen con su practica a corto plazo. Esta experiencia fue la que me motivo para plantearme el ser profesora de ellas y poder transmitirle a los demás esos logros conseguidos que me llenan de alegría y amor hacia mi misma y hacia los demás, y que ya forma parte de mi vida.
Colaboro desde hace años con la Fundación Ana Bella de mujeres supervivientes