Hoy, como cada día, nos hemos despertado a nuestras memorias, a nuestro saco de huellas al que le damos tanta importancia y sin ni siquiera pensarlo, lo convertimos en el centro de la existencia.
Sin embargo no es el centro de la existencia como tampoco está la tierra en el centro del universo. ¿Cual es el propósito de todo esto? Imagínate la vida que percibes como una unidad con elementos en interdependencia, donde todo está interaccionando con todo y creando una interdependencia de movimientos, basados en la atracción y la repulsión que crea un baile al que llamamos manifestación. Desde el punto de vista físico eso es lo que es la vida a la que acabas de despertar, la vida que compartes con el resto de formas de vida que interaccionan contigo.
Imagínate la mente como lo que es, parte de la manifestación, y por lo tanto se rige por leyes naturales, que como las leyes físicas son precisas. La luna da vueltas a la tierra en 27 días 7 horas y 43 minutos sin saber contar y no se retrasa ni un segundo, pues es un movimiento regido por la ley natural. Si nada escapa a esta ley natural, el pensamiento, que es la mente, tampoco. Tus pensamientos son manifestaciones físicas y se rigen por las mismas leyes naturales y las interacciones que tienes con otros seres humanos se rigen por estas mismas leyes. Y entonces te enfadas con tu amigo, como parte de esta interacción. Te crees diferente y separado con un propósito que solo a ti te atañe y entonces…
Lee la entrada de Respuestas al corazón en la pagina 225
El Creador puede dar más sentido a nuestra vida