Hoy comienza un día como otro cualquiera, nos damos cuenta por la mañana que al despertar hemos solo despertado a una serie de memorias que tenemos de nosotros mismos, memorias que solo existen en el limitado espacio de nuestra individualidad, memorias no compartidas con nadie. Yo me he despertado a otras que no tienen nada que ver con las tuyas. Hoy vas a procurar mirarte al espejo, pero mirarte al espejo sin compararte con nada ni con nadie. No en comparación con tu amigo, o madre, padre, hermano etc. No en comparación con lo que piensas que debes ser porque así te lo han contado. Sino como un niño/a desnudo/a ante Dios.
Mírate al espejo a lo largo del día sin juzgarte, solo mírate desde una mente que no es la tuya, como si una mente universal y de compasión sin fin te estuviera mirando.
A lo largo de este mes vamos a ir profundizando esta practica. Este «yo» que muere cada día al acostarse por la noche desapareciendo en el sueño profundo donde pierde su identidad para volver a nacer el siguiente día, este «yo» que en un futuro dejara de existir: ¿quien es?
Lee los pensamientos que tienes en Respuestas al Corazón para hoy antes de comenzar el día y mantenlos en la mente a lo largo del día, busca verte en el espejo sin compárarte con nada ni con nadie. Mírate desnudo sin nada que ocultar. Mira a ese pequeño yo que va a aprender a morir para nacer a una nueva vida.