Extremeña de corazón, nací en Madrid y crecí en Cáceres donde estudié enfermería. Toda mi vida ha estado vinculada al mundo espiritual, educada por una familia católica comprometida, he formado parte activa, desde niña, de la Parroquia de mi barrio, hasta los 23 años, cuando mi profesión me llevó a Lanzarote, allí conocí la meditación trascendental y comencé mi búsqueda personal.