Siendo Amor
La enseñanza de hoy de Respuestas al corazón en la página 83, aunque parezca evidente, posiblemente lleva toda una vida en asimilar. Esto hace, como en toda peregrinación; del comienzo del viaje, del final del viaje y del viaje mismo: una y la misma cosa.
Ser amor, no amar. Este darse cuenta posiblemente es el más sutil de todos los posibles darse cuenta, pues su realización está en el hecho que que no hay nadie diferente al acto de amar para darse cuenta de ello. En otras palabras solo Dios se da cuenta de si mismo en el acto de amar. No hay ningún otro yo diferente que pueda decir «Yo amo».
Para iniciar la serie sobre el darse cuenta, que fue el tema del curso: «Darse cuenta y las grandes preguntas de la vida» os incluyo ahora la primera parte del vídeo dedicado al darse cuenta, a la consciencia, y que sirvió para ilustrar los satsangs de Vidya y Raman.
En realidad solo existe el amor. La manifestación es la expresión del amor, del darse como los minerales de la tierra a la semilla, como se da el sol al planeta, como se da la flor a la abeja y la abeja a la flor, la vida se da a la vida para su propio sostenimiento. Todo es dar, todo es amor, pero en ese dar no hay nadie que piense «Ah.. que bueno que soy que doy», NO. Eso no es dar, eso es adquirir ideas de ti mismo para tu pequeño ego. Cuando das, ni siquiera piensas que estas dando. Te das de forma natural. O piensa acaso una madre que se da para su hijo en que esta dando. No, lo hace de forma natural, y si en algún momento piensa en cuanto da a su hijo, le deja de amar.
Amar y darse cuenta, la base del camino espiritual honesto del ser humano. La aproximación a la espiritualidad está cambiando. Llevará mucho
tiempo, pero nosotros vamos a poner nuestro granito de arena. Hemos aceptado este trabajo y lo hacemos contentos.