Vida, amor y risas
Las tres «L» que Gururaj siempre señalo como el lema de nuestra organización, «Vida, Amor y Risa «Love, Life and Laughter».
Esta es la entrada de hoy de Respuestas al corazón y la actitud a mantener en cada uno de los días en los que experimentamos la vida. Con amor, porque sin amor la vida no es vida. Reproduzco aquí la carta de San Pablo a los Corintios:
“Aunque yo hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si no tengo amor, soy como una campana que resuena o un platillo que retiñe. Aunque tuviera el don de la profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera toda la fe, una fe capaz de trasladar montañas, si no tengo amor, no soy nada. Aunque repartiera todos mis bienes para alimentar a los pobres y entregara mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, no me sirve para nada. El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor no pasará jamás. Las profecías acabarán, el don de lenguas terminará, la ciencia desaparecerá; porque nuestra ciencia es imperfecta y nuestras profecías, limitadas. Cuando llegue lo que es perfecto, cesará lo que es imperfecto. Mientras yo era niño, hablaba como un niño, sentía como un niño, razonaba como un niño, pero cuando me hice hombre, dejé a un lado las cosas de niño. Ahora vemos como en un espejo, confusamente; después veremos cara a cara. Ahora conozco todo imperfectamente; después conoceré como Dios me conoce a mí. En una palabra, ahora existen tres cosas: la fe, la esperanza y el amor, pero la más grande todas es el amor”.Carta de San Pablo a los Corintios 13, 1-13
Impregnandote del Amado
Para poder ser amado, tienes que ser una persona integrada, y según te vas integrando a ti mismo, también se van integrando tus circunstancias, sobre las cuales poco a poco adquieres maestría, según adquieres maestría en ti mismo.
Y además de todo esto tenemos que ser capaces de sonreir, de disfrutar del chiste de la vida, del sin sentido de un propósito sin propósito, del sentido del conocerse a uno mismo, de conocer como Dios me conoce a mi. De vivir en presencia del amor y reir el sinsentido de la existencia, el milagro del aquí y el ahora.
Siguiendo con los satsangs del curso internacional de meditación, os dejo con el satsang sobre el juego de la vida, sobre las risas y el divertimento del vivir, pues la evolución, también puede ser divertida. Así pues que brindemos por los cien mil millones de vidas que aún tenemos para disfrutar de nuestra compañía.