Persiguiendo espejismos
A veces para darnos cuenta de nuestros propios espejismos, es mejor y más fácil ver a otro perseguir espejismos. La verdad es que si pudiésemos usar las faltas que vemos en los demás para solucionar nuestras propias faltas, tendría mucha más utilidad el tiempo que pasamos en perseguir nuestros espejismos.
Ayer vi un documental sobre Corea del Norte. En aquel país, al que mantienen cerrado del resto del mundo, les cuentan unas cosas desde el colegio a los niños que se creen a pies juntillas. Son cosas falsas, pero se las creen y se comportan siguiendo ese espejismo. A veces haciendo barbaridades. Os dejo el documental por si queréis verlo
Bueno pues lo mismo que les pasa a los nor-coreanos nos pasa a todos nosotros y nuestro mundo de buenos y malos es un espejismo similar al que vive cualquier nor-coreano. Simplemente nos creemos unos espejismos diferentes y actuamos y nos comportamos de acuerdo a estos mecanismos condicionados que constituyen la mente individualizada de nuestro pequeño yo. Lee el pensamiento de hoy en la página 25 de Respuestas al corazón.
Así, las faltas de otro nos sirven para ver nuestras propias faltas. Así discriminamos entre lo actual y lo real, entre dios y el hombre, entre la vida y la muerte, entre la luz y la oscuridad. Y ponemos el énfasis en la luz sin negar a su opuesto, pues ambos coexisten en la manifestación. Ningún científico podría comprender la naturaleza si creyese que los electrones son malos. De la misma manera, alguna de las personas que relata comportamientos brutales en el documental, no son malos, simplemente persiguen un espejismos fuertemente implantado como memorias en su psique.