Lo que no cambia
Ayer hablábamos de permitir que las cosas cambien por si mismas. Hoy hablamos de lo que no cambia.
Lee los pensamientos que Respuestas al corazón propone en su página 21 y fíjate bien en su profundo significado. Los cambios que ves se producen debido a los cambios en tu ego, en el proceso, ambos cambios que interdependen y están relacionados y regidos por las leyes naturales, crean la experiencia de la existencia que conoces. Discernir entre lo que cambia y lo que conoce o discierne el cambio está en la base de todas las técnicas de meditación.
Al identificarte con lo que cambia, te quedas sin tiempo y te pasa como a los padres de los niños del colegio donde enseñamos prácticas de meditación y atención plena, que llevan como deberes a casa darse un paseo en silencio respirando al mismo tiempo con sus papas durante cinco minutos y de los 26 niños solo 6 lo hacen porque el resto de los papas y mamas no tenían tiempo. ¡No tenían 5 minutos!
Tu hogar es eterno y permanente y desde ese punto de vista no cambia, ahora aún estas identificado con lo que cambia, con la impermanencia, y de ahí la sensación de que el tiempo se te escapa, pero lo que eres está más allá del tiempo y del cambio, de la impermanencia. Este concepto puede parecer filosófico, sin embargo es un concepto práctico y experiencial.
Os dejo un par de vídeos que sirven para complementar la profundidad de un concepto que al hablar de la ausencia de concepto es imposible de conceptualizar, por lo cual solo se puede hablar de ello mediante la inferencia o la extrapolación.