Mejorar los créditos
Cada día nos levantamos por la mañana, y muchos de nosotros, ya de primera hora empezamos a producir pensamientos negativos.
Al despertar, recuperamos las memorias que tenemos de nosotros mismos, las cosas que nos contamos a nosotros mismos sobre nosotros mismos y proyectamos esas memorias que no tienen una existencia compartida en nuestras circunstancias. Esas memorias que nadie conoce sino nosotros mismos, memorias que sostienen a una identidad construida sobre infinidad de mentiras o medias verdades y esta identidad ilusoria se convierte en el centro de la existencia que percibimos.
Sin darnos ni siquiera cuenta de que nos hemos también despertado a la vida que esta ocurriendo este día. Miles de trillones de partículas en interdependencia que dan lugar a esta vida de la que también tomamos consciencia, donde nos encontramos día a día los unos a los otros en este rio de la vida, comenzamos nuestro día tan centrados en ese saco de memorias que la vida nos pasa desapercibida. Solo nos vemos a nosotros mismos proyectados en toda la basura que parece estar ahí fuera, pero que en realidad son nuestras propias basuras que vemos proyectadas fuera.
A partir de ahí empezamos a ver las cosas que nos rodean y a calificarlas en términos negativos, sin poder frenarnos ni poder evitarlo. No se sabe bien por que nos cuesta tanto. Pero es muy sencillo. Es como la cuenta de un banco.
Por cada pensamiento negativo que tienes es como sacar dinero del banco y cada pensamiento positivo es como meter dinero en el banco. Si llegamos al final del día con la cuenta en rojos, que es lo habitual en estos tiempos que corren para la mayoría de las personas, llegamos al final del día cansados, con la sensación de haber perdido el tiempo, con la sensación de no haber vivido en el fondo.
Tenemos que aprender a modular cada pensamiento negativo con uno positivo que lo compense. Si empezamos a hacer eso, nuestras circunstancias se convierten en nuestro mejor terapeuta y nuestro trabajo con los pensamientos en la mejor psicoterapia.
El pensamiento negativo viene influenciado por las circunstancias siempre, hay percepciones que enlazan con memorias nuestras que están asociadas a valores negativos y por lo tanto nos sugieren un pensamiento negativo y según salimos de casa vemos al portero y pensamos para nuestros adentros «Mira ese que mirada altiva tiene..» o cualquier otro calificativo a cualquier otra percepción de alguna circunstancia nuestra. Y así nuestro sistema proyectivo, sobre la pantalla blanca de la existencia, re-crea su propia película.
Lee los pensamientos de Respuestas al corazón en la página 31 y práctica hoy lo que te proponen. Llegarás a la noche sintiéndote mejor, con la cuenta en negros.